Coturnicultura

Se conoce como cotunicultura aquella actividad o especialidad de la avicultura que tiene como fin la crianza, producción, cuidado y aprovechamiento de codornices y cada uno de sus productos tales como huevos, carne, codornaza, etc. Es decir se trata de una actividad que se relaciona o abarca todo aquello que trata con la domesticación y explotación de codornices con fines comerciales, por medio de la venta de sus huevos y carne. Se estima que una codorniz puede llegar a poner aproximadamente entre 300 y 500 huevos al año, lo que quiere decir que llega a poner más de un huevo por día; además estas aves pueden llegar a tener una vida útil de tres años.

La coturnicultura ha ido evolucionando a través de los años tomando mayor auge los últimos años, exponiendo grandes perspectivas acerca de la industrialización y comercialización de la cría de estas aves, especialmente de tipo japónica, coreana, faraona y lassoto, entre otras, que poseen un gran valor zootécnico gracias a sus características de abundante postura y anticipación. Para incrementar la productividad del sector se debe poner en marcha una buena planificación, pero también y correcto y estricto control de la práctica de manipulación, tomando en cuenta cada uno de los factores que influyen en la producción tales como la alimentación, la raza seleccionada, el ambiente, el manejo, el fin productivo, entre otros, todo esto, para que se consiga una producción que le permita al coturnicultor competir en calidad y precio.

La codorniz es un ave resistente a muchas enfermedades, muchas veces descrito como “animal rustico”; su carne reúne grandes elementos nutritivos para el consumo humano, al igual que sus huevos que contienen grandes proteínas, hierro, vitaminas y se caracterizan por contener bajo porcentaje de colesterol.